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La piel de un recién nacido es suave y delicada. Un baño y un cuidado adecuados de la piel pueden ayudar a mantener la salud y la textura de la piel del bebé, a la vez que proporcionan una experiencia agradable para ambos.
Al contrario de lo que se piensa, la mayoría de los bebés no necesitan un baño todos los días. Con todos los cambios de pañales y la limpieza de la boca y la nariz después de las tomas, la mayoría de los bebés sólo necesitan ser bañados 2 o 3 veces a la semana o cada dos días.
El baño puede realizarse en cualquier momento del día. El baño antes de la toma suele funcionar bien. Muchos padres prefieren bañar a su bebé por la noche, como parte del ritual de acostarse. Esto funciona bien, sobre todo si la hora del baño es relajante y tranquilizadora para el bebé.
Al principio, es necesario bañar al bebé con una esponja. Para evitar infecciones, no se debe bañar al bebé en una bañera con agua hasta que se le caiga el cordón umbilical y se le cure la circuncisión.
¿Qué necesito para bañar a mi recién nacido?
Los suministros necesarios son los siguientes:
– Toallas gruesas o un cojín de baño tipo esponja
– Paños suaves
– Lavabo o fregadero limpio
– Bolas de algodón (opcional)
– Champú y jabón para bebés (no irritantes)
– Toalla (una toalla con capucha es opcional)
– Pañal y ropa limpios