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El pañal de tu bebé debe cambiarse hasta 7 u 8 veces al día. El delicadísimo culito de un bebé puede irritarse fácilmente por la humedad, el contacto con la orina y las heces, o la fricción de los pañales. Por ello, es necesario tener un cuidado especial cada vez que cambies el pañal de tu bebé. Conoce nuestros consejos para limpiar eficazmente la zona del pañal de tu bebé.

¿Cuándo?

– Hay dos opciones: antes o después de la toma (según los hábitos de tu bebé).
– A algunos bebés no les gusta comer si tienen el pañal lleno, mientras que otros suelen llenar el pañal justo después de comer…
– Si el pañal está sucio, debes cambiarlo inmediatamente.

¿Con qué frecuencia?
En general, tendrás que cambiar el pañal de tu bebé entre 6 y 8 veces al día durante las primeras semanas.

1. Preparación
– Lávate las manos para evitar transmitir gérmenes a tu bebé.
– Ten todo preparado (productos, toalla, pañal, crema si es necesario) para no tener que dejar a tu bebé ni un segundo.
– Pon una toalla en el cambiador por si se produce algún pequeño accidente mientras cambias a tu bebé.

2. Limpieza inicial
– Abre el pañal, limpia la mayor parte de los residuos utilizando el lado no sucio del pañal. Enróllalo y ciérralo con las lengüetas, luego colócalo en una bolsa cerrada.

3. Limpieza
– Limpia el culito de tu bebé con agua y un gel limpiador especial para bebés (sin jabón) o con un algodón empapado en líquido limpiador sin aclarado.
– También puedes utilizar toallitas húmedas, una vez que la piel de tu bebé esté más madura.

4. Precauciones de limpieza
– Limpia siempre desde la zona más limpia hacia la más sucia, para no extender las impurezas.
– Para las niñas: desde la vulva (labios exteriores y luego el centro) hacia las nalgas.
– Para los niños pequeños: el pene, el escroto y todo su alrededor, y luego las nalgas.

5. Secado
– Seca completamente, dando palmaditas (no frotando) con una toalla limpia o pañuelos de papel, sin olvidar secar los pliegues de la piel para evitar cualquier rozadura.
– Cuando sea posible, deja las nalgas de tu bebé al aire durante unos minutos…

6. Prevención (rojeces del pañal)
– Aplica una crema para pañales, idealmente cada vez que cambies el pañal de tu bebé, o al menos antes de dormir, para prevenir las rojeces.
– Si tu bebé tiene rojeces severas en el pañal, pide consejo a tu matrona o pediatra.

7. Un pañal limpio
– Ya puedes ponerle un pañal limpio a tu bebé.
– Sujetando a tu bebé por los tobillos, desliza un pañal limpio y abierto por debajo de las nalgas, ajustándolo alrededor del abdomen sin apretarlo, y luego abrocha las lengüetas. En el caso de los niños, asegúrate de apuntar el pene hacia abajo, para evitar cualquier fuga.
– Lávate las manos con cuidado.